hombre-ejecutivo-mendigo

Hoy se me acercó un borrachín sucio y desaliñado, sin zapatos y con la camisa rota. Me pidió una moneda de $10 pesos, le di $20 y me dijo: “Muchas Gracias patrón, que Dios se lo pague”

Le exclamé: Cuídate.

No me quitaba la vista de encima.

De pronto su rostro se iluminó de alegría. Me dijo: No te acuerdas de mí? Estudiamos juntos en la primaria y en la secundaria, soy Toño.

El trompo me decían, porque era bueno para los golpes!

Lo mire bien… Ah! Toño!, claro que me acuerdo, una vez nos peleamos y me ganaste pero otra me defendiste de un tipo que me iba a golpear!

Que te pasó?

Triste me dijo: Pues, ¡me pasó de todo!

Me metí a una banda, de ahí drogas, alcohol, mujeres.. embaracé a tres, robé, golpeé gente, estuve en la cárcel 7 veces, mis hijos son un desastre, ninguno me quiere, pensé en suicidarme 2 veces y ahora ando mendigando por 10 pesos para comer y para beber… Nomás eso me pasó!

Asentí con la cabeza y dije: ¡Que triste!

Él con una sonrisa me dijo:
-Ya tengo para mi trago de hoy, ¡Cuidate!
Y se fue con su paso tambaleante.

De camino me puse a pensar del porque nuestras vidas tomaron rumbos distintos si de niños tuvimos las mismas oportunidades y me respondí en ese momento:

La diferencia entre su presente y el mío fueron ¡¡¡MIS PADRES!!!
Sí, porque yo tuve la mamá y el papá más malos del mundo.

Mientras a él lo dejaban estar en la calle jugando y haciendo lo que se le pegara la regalada gana.
A mí me tenían puesto un horario y sanciones por no cumplir.

Mientras a él no le decían nada por no ir a la escuela, a mí me castigaban si faltaba o si tan sólo se me hacía tarde.

Mientras a él le dejaban comer lo que fuera en la calle, fumar, tomar, contestar mal a sus mayores. Yo me tenía que comer la sopa de verduras, tomar leche y jugos. ¿Fumar y tomar? Ni siquiera abordar el tema!

Decir malas palabras o mal contestar? Un grito de papá me frenaba de inmediato.

GRACIAS PAPÁS!
Gracias a que yo tuve la mamá y el papá más malos del mundo SOY YO, y NO SOY ÉL!

Hoy doy Gracias a Dios por tener esos padres que me criaron con amor y disciplina.
Gracias mis queridos viejos los llevo en mi corazón hoy, mañana y siempre.
Por eso insisto: “EDUCA AL NIÑO PARA NO CASTIGAR AL HOMBRE” y PODAMOS CAMBIAR ESTE MUNDO QUE SE DERRUMBA…