Buen servicio del taxista
Buen servicio del taxista

Me disponía a tomar un Taxi cuando un taxista se acercó, lo primero que noté fue un taxi limpio y brillante.

El chofer bien vestido, camisa blanca, corbata y pantalones bien planchados. El taxista salió, me abrió la puerta y me dijo: “Yo soy Willy, su conductor“. Mientras guardo su maleta me gustaría que lea en este cartón cuál es mi misión.

Leí la tarjeta:
Misión de Willy: llevar a mis clientes a su destino final de la manera más rápida, segura y económica, brindándole un ambiente amigable.

¡Quedé impactada! el interior del taxi estaba igual de limpio. Willy me dijo:

  • Le gustaría un café? Tengo un termo con café.

Bromeando le dije:

  • No, prefiero un refresco.
  • No hay problema, tengo una hielera con refresco regular, dietético, agua y jugo. También me dijo: Si desea algo para leer, tengo el periódico de hoy y revistas.

Al comenzar el viaje, Willy me dijo:

  • Éstas son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio.

Y como si esto no fuera demasiado, Willy me preguntó si la temperatura del aire estaba bien.

Luego me avisó cuál sería la mejor ruta para llegar al destino y me preguntó si estaría contenta de conversar con él o si prefería que no interrumpiera mi meditación.

Le pregunté:

  • ¿Siempre has atendido a tus clientes así?
  • No, no siempre. Solamente los dos últimos años.

Mis primeros años manejando los gasté la mayor parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas.

Un día escuché a un doctor especialista en desarrollo personal que escribió un libro llamado “Lo que tú eres hace la diferencia” y decía: “Si tú te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás“.

DEJA DE QUEJARTE! Sé diferente ¡No seas un pato, sé un ÁGUILA!

Los patos sólo hacen ruido y se quejan, las ÁGUILAS se elevan por encima del grupo. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud y ser un ÁGUILA.

Miré otros taxis y choferes… los taxis sucios, los choferes poco amigables y los clientes descontentos. Decidí hacer unos cambios. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios. Mi primer año de ÁGUILA dupliqué mis ingresos. Este año los cuadrupliqué.

Cambio de actitud

¡Ud tuvo suerte de tomar mi taxi hoy!

Ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes. Si yo no puedo, consigo un amigo taxista ÁGUILA, confiable, para que haga el servicio.

Willy era fenomenal, hacía el servicio de una limusina en un taxi normal.

Willy el taxista, decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.

No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, eres maestro, un servidor público, político, ejecutivo, empleado o profesional, o eres un servidor de Dios.

Lo importante no es lo que haces sino cómo lo haces, ¡eso es lo que hace la diferencia!

¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿O te estás elevando por encima de los otros?

¡¡ Sólo tú decides qué quieres ser !!